top of page

Los amantes no cuentan los días: 5 poemas de Fabio Morábito

5 de may de 2024

4 min de lectura

Los poemas de Fabio Morábito se caracterizan por una profunda sensibilidad y una mirada introspectiva sobre la condición humana: la vida, la muerte, el amor y la pérdida.

 

A tientas


Cada libro que escribo

me envejece,

me vuelve un descreído.

Escribo en contra

de mis pensamientos

y en contra del ruido

de mis hábitos.

Con cada libro

pago un viaje

que no hice.

En cada página que acabo

cumplo con un acuerdo,

me digo adiós

desde lo más recóndito,

pero sin alcanzar a ir muy lejos.

Escribo para no quedar

en medio de mi carne,

para que no me tiente el centro,

para rodear y resistir,

escribo para hacerme a un lado,

pero sin alcanzar a desprenderme.


Los amantes no cuentan los días. Poemas de Fabio Morábito


Los amantes


Los amantes se acercan,

escuchan. Adelgazan

su piel hasta la asfixia

y adelgazan sus besos.

Por sus voces delgadas

sólo oyen silencio.

Los amantes se besan,

se acarician, el mar

apenas los contiene,

y su pasión es breve:

aleteo de un ave

en la espalda del agua.

Los amantes recuerdan

las heridas, las guardan

como un secreto bien.

Nunca cambian palabras.

Pero cambian heridas.

Son su secreta piel.

Cerca de dos amantes

se detiene un segundo

la sangre en la avenida;

son dos ciervos que saltan

en medio de nosotros

que somos las estatuas.

Los amantes se muerden,

se pisan, sólo temen

la muerte, trepan muros

de olvido y nunca vuelven

atrás, lujosos como

escarabajos verdes.

Los amantes no cuentan

los días, no enumeran

los muertos, ni siquiera

los mares. Su materia

está hecha sin tiempo,

su sed nunca se alivia.

Los amantes se mueren

un día. Bajo tierra

van, mudos y con miedo,

y la tierra adelgaza

su piel hasta la asfixia

y adelgaza sus huesos.



Miramos largamente el mar

después del pleito, sin hablarnos.

No la pasamos bien en Cádiz

esos dos días.

Sentí al decir que no quería

tener un hijo por ahora,

que había llegado a un punto divisorio.

Por vez primera fui muy claro.

Adiós ambigüedad,

me dije, bien precioso,

ya comenzó la cuenta regresiva.

Supe que existirías,

que era cuestión de tiempo.

Si iba a seguir con ella, claro.

Si iba a seguir contigo, en suma.

Y ella también,

después de arrinconarme

entre su ser y el mar, lo supo,

el mar que nos quedamos,

después del pleito,

mirando largamente sin hablarnos.

No la pasamos bien en Cádiz

esos dos días.

Ve alguna vez a Cádiz

junto al mar, sin nadie,

y mira el mar como nosotros lo miramos

y fúmate un cigarro, absorto, y piensa

que estás donde empezaste.


Los amantes no cuentan los días. Poemas de Fabio Morábito


Si te revuelca la ola...


A Sandra Suter

que se quedó nadando


Si te revuelca la ola

procura que sea joven,

esbelta, ardiente,

te dejará molido el cuerpo

y el corazón más grande;

cuídate de las olas

retóricas y viejas,

de las olas con prisa,

y la peor de todas,

de la ola asesina,

la ola que regresa.



Cuarteto de Pompeya*


I

Nos desnudamos tanto

hasta perder el sexo

debajo de la cama,

nos desnudamos tanto

que las moscas juraban

que habíamos muerto.

Te desnudé por dentro,

te desquicié tan hondo

que se extravió mi orgasmo.

Nos desnudamos tanto

que olíamos a quemado,

que cien veces la lava

volvió para escondernos.



II

Me hiciste tanto daño

con tu boca, tus dedos,

me hacías saltar tan alto

que yo era tu estandarte

aunque no hubiera viento.

Me desnudaste tanto

que pronuncié mi nombre

y me dolió la lengua,

los años me dolieron.

Nos desnudamos tanto

que los dioses temblaron,

que cien veces mandaron

las lavas a escondernos.


III

Te frotabas tan rápido

los senos que dos veces

caí en sus remolinos,

movías el culo lento,

en alto, para arrearme

a su negra emboscada,

su mediodía perenne.

Abrías tanto su historia,

gritaba su naufragio…

Nos desnudamos tanto

que no nos conocíamos,

que los dioses mandaron

la lava a reinventarnos.


IV

Te desmentí de cabo

a rabo devolviéndote

a tus primeros actos,

te escudriñé profundo

hasta escuchar la historia

amarga de tu cuerpo,

pues sólo el amor sabe

cómo llegar tan hondo

sin molestar la sangre.

Esa noche la lava

mudó el paisaje en piedra.

Tú y yo fuimos lo único

que se murió de veras.


* En Pompeya, entre otros cuerpos petrificados por las lavas y cenizas de la erupción del Vesubio (año 79), se conservan los de un hombre y una mujer en el acto amoroso.


Los amantes no cuentan los días. Poemas de Fabio Morábito

 
5 datos de interés para conocer a Fabio Morábito:
  1. Nació en Alejandría, Egipto, en 1955, y reside en México desde su adolescencia.

  2. Es poeta, cuentista, ensayista y traductor, ha recibido numerosos premios por su obra, incluyendo el Premio Xavier Villaurrutia en 2007.

  3. Los poemas de Fabio Morábito se han traducido a varios idiomas y han sido elogiados por la crítica por su honestidad, profundidad y sensibilidad.

  4. “La otra orilla” (1980), “El lenguaje de los pájaros” (1997) y “La cosmogonía del polvo” (2013) son algunos de sus libros.

  5. Morábito es también un destacado traductor, y ha vertido al español obras de autores como Cesare Pavese, Giuseppe Ungaretti y Andrea Zanzotto.

5 de may de 2024

4 min de lectura

Comentarios

Share Your ThoughtsBe the first to write a comment.
bottom of page