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Nadadora de noche: Tres poemas de Pedro Salinas

21 de abr de 2024

3 min de lectura

Aunque su obra brilla por su profundidad intelectual, los poemas de amor de Pedro Salinas son especialmente conmovedores, transmitiendo una entrega apasionada a través de versos exquisitamente elaborados.

 

Nadadora de noche, nadadora

entre olas y tinieblas.

Brazos blancos hundiéndose, naciendo,

con un ritmo

regido por designios ignorados,

avanzas

contra la doble resistencia sorda

de oscuridad y mar, de mundo oscuro.

Al naufragar el día,

tú, pasajera

de travesías por abril y mayo,

te quisiste salvar, te estás salvando,

de la resignación, no de la suerte.

Se te rompen las alas, desbravadas,

hecho su asombro espuma,

arrepentidas ya de su milicia,

cuando tú les ofreces, como un pacto,

tu fuerte pecho virgen.

Se te rompen

las densas ondas anchas de la noche

contra ese afán de claridad que buscas,

brazada por brazada, y que levanta

un espumar altísimo en el cielo;

espumas de luceros; sí, de estrellas,

que te salpica el rostro

con un tumulto de constelaciones;

de mundos. Desafía

mares de siglos, siglos de tinieblas,

tu inocencia desnuda.

Y el rítmico ejercicio de tu cuerpo

soporta, empuja, salva

mucho más que tu carne. Así tu triunfo

tu fin será, y al cabo, traspasadas

el mar, la noche, las conformidades,

del otro lado ya del mundo negro,

en la playa del mundo que alborea,

morirás en la aurora que ganaste.


Nadadora de noche: Tres poemas de Pedro Salinas

Pensar en ti esta noche

no era pensarte con mi pensamiento,

yo solo, desde mí. Te iba pensando

conmigo, extensamente, el ancho mundo.

El gran sueño del campo, las estrellas,

callado el mar, las hierbas invisibles,

sólo presentes en perfumes secos,

todo,

de Aldebarán al grillo te pensaba.


¡Qué sosegadamente

se hacía la concordia

entre las piedras, los luceros,

el agua muda, la arboleda trémula,

todo lo inanimado,

y el alma mía

dedicándolo a ti! Todo acudía

dócil a mi llamada, a tu servicio,

ascendido a intención y a fuerza amante.

Concurrían las luces y las sombras

a la luz de quererte; concurrían

el gran silencio, por la tierra, plano,

suaves voces de nubes, por el cielo,

al cántico hacia ti que en mi cantaba.

Una conformidad de mundo y ser,

de afán y tiempo, inverosímil tregua,

se entraba en mí, como la dicha entera

cuando llega sin prisa, beso a beso.

Y casi

dejé de amarte por amarte más,

en más que en mí, inmensamente confiando

ese empleo de amar a la gran noche

errante por el tiempo y ya cargada

de misión, misionera

de un amor vuelto estrellas, calma, mundo,

salvado ya del miedo

al cadáver que queda si se olvida.


 

La voz a ti debida


Tú vives siempre en tus actos.

Con la punta de tus dedos

pulsas el mundo, le arrancas

auroras, triunfos, colores,

alegrías: es tu música.

La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,

sale la luz que te guía

los pasos. Andas

por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace

señas a diez mil kilómetros,

lo dejas todo, te arrojas

sobre proas, sobre alas,

estás ya allí; con los besos,

con los dientes la desgarras:

ya no es duda.

Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios

del revés. Y tus enigmas,

lo que nunca entenderás,

son esas cosas tan claras:

la arena donde te tiendes,

la marcha de tu reloj

y el tierno cuerpo rosado

que te encuentras en tu espejo

cada día al despertar,

y es el tuyo. Los prodigios

que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,

más que una vez, una noche

que te encaprichó una sombra

–la única que te ha gustado–.

Una sombra parecía.

Y la quisiste abrazar.

Y era yo.


 

5 datos sobre el poeta español Pedro Salinas:

  1. Pedro Salinas nació en Madrid en 1891 y es una de las figuras más destacadas de la Generación del 27, un grupo de escritores que revolucionaron la literatura española en el siglo XX.

  2. Los poemas de Pedro Salinas se caracterizan por su lenguaje lírico y su exploración de temas como el amor, la melancolía y el paso del tiempo.

  3. Salinas fue un destacado profesor de literatura en la Universidad de Sevilla y en la Universidad de Cambridge, donde impartió clases de literatura española y universal.

  4. Pedro Salinas publicó numerosos libros de poemas, entre los que destacan “La voz a ti debida” (1933) y “Razón de amor” (1936), que son considerados clásicos de la poesía española contemporánea.

  5. Durante la Guerra Civil Española, Salinas se exilió en Estados Unidos, donde continuó escribiendo y dando conferencias sobre literatura española.

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